20.8.12

Dos ensayos

"Querría que todos leyeran, no para que se conviertan en literatos o poetas, sino para que ya nadie sea esclavo" (Gianni Rodari, escritor y pedagogo italiano, 1920-1980).

También se llevó a cabo la lectura y comentarios de los siguientes ensayos. Los estudiantes ofrecen aquí sus ideas y puntos de vista al respecto.

1. El naco en el país de las castas, de Enrique Serna.

2. El pintor de la vida privada, de Agustín Cadena


El pintor de la vida privada
Agustín Cadena

¿Quién hay que, teniendo un sentido novelesco de la vida, no sea chismoso?

Ejercicio lúdico de las potencias de la imaginación y el discurso, el chisme es el más humilde de los géneros narrativos, puesto que no aspira a la trascendencia —siempre azarosa— del papel escrito; florece en la evanescencia de la palabra y se alimenta con la brevedad de la vida. El chisme es una especie de disciplina zen: se basa en una negación del propio yo, que se vuelve transparente y deja de ser un fin para convertirse en medio de circulación de lo real: a través de él, la vida de unos se incorpora al material imaginativo de otros. Así que el chismoso cultiva la virtud de la humildad: se olvida de sí mismo para hablar de su prójimo.

Gracias a él, la absurda existencia humana adquiere coherencia narrativa, y las nociones de Justicia Universal, castigo divino, destino, karma y error trágico, cobran un sentido pleno. Ciertamente, es un novelista nato; como tal, tiene un fino sentido del claroscuro. En su versión de las cosas, el malo es más malo; el tonto, más tonto; la fea, más fea. Es un experto en construcción de personajes.

El chismoso es el cronista de las élites; andar en boca suya es ya una rúbrica de pertenencia al petit comité: hemos hecho algo digno. Ser nombrados por él es aparecer en las páginas de sociales de un diario verbal.

El chisme es también uno de los géneros dramáticos. El buen chismoso es siempre un buen histrión; no sólo refiere situaciones: las recrea. Hace gestos, remeda, altera la voz; gracias a las caracterizaciones que hace de su prójimo, muchos seres opacos adquieren personalidad; incontables hechos anodinos se convierten en anécdotas memorables.

Chismoso El chismoso es un optimista irreductible; aguanta desengaño tras desengaño sin perder la fe en la discreción de los otros y en su palabra (“pero prométeme que no le vas a decir a nadie”). Y los otros le fallan, lo traicionan, lo meten en problemas. Pero él sigue adelante, invencible, oponiendo la aristocracia espiritual del esteta a las vilezas del estado llano. ¿Acaso Miguel Ángel dejó de pintar sólo porque alguna vez tuvo un problema? Además de constante, el chismoso es noble de corazón: siempre vuelve a contarnos cosas aunque le hayamos demostrado que no merecemos su confianza.

Es un memorioso: a base de práctica y disciplina, su sensibilidad para los detalles lo convierte en una cámara de cine. Recuerda colores, tamaños, aromas, giros coloquiales. Por eso, en su fantasía favorita, el chismoso tiene un cuerpo ocelado. Sus santos patronos son Argos y Funes.

Ahora bien, hay buenos chismosos y hay quienes cuentan los chismes con las patas. Al buen chismoso se le cata en los preliminares. Hay una gran diferencia de estilo, pasión expresiva y sutileza entre el escandaloso “De qué creen que me acabo de enterar...” de algunas urracas, y el elegante “Por cierto, tengo entendido que...”. Entre estos dos extremos se ubica una amplia gama de aprendices, oficiales y maestros de todos los niveles. Y todos se delatan ya en los preliminares. Los preliminares desenmascaran al cobarde: “No le vayas a decir que yo te dije”; al que es como el conejo: misterioso y “tengo algo que contarte, pero no te lo voy a decir hasta que salgamos”; al que se pretende seductor como la serpiente del Paraíso: “¿Te gussstaría ssssaber...?”; al borracho que utiliza la inspiración chísmica para agarrar acompañante: “Vamos a tomarnos una mientras te cuento...” En fin, estos son, digamos, los que ya tienen su fórmula. Hay otros con menos sentido de lo ritual, que adaptan sus preliminares al interlocutor o al objetivo último de su chisme. Éstos suelen ser menos creativos; entre ellos se hallan el oportunista que espera obtener ventajas de sus chismes; el higadito que nos cuenta las cosas por nuestro propio bien; el vulgar intrigante que ha convertido a las musas del chisme en lacayas de la Discordia; el inocentón a quien los demás utilizan de correo porque ya saben cómo es de chismoso.

Si el lector de estas notas es de los que saben apreciar y andan en busca de un buen chisme, lo que se dice un chisme de tres oídos (aquellos tan buenos que uno quisiera tener tres oídos para no perderse un detalle), le sugiero llenar este cuestionario cada vez que reciba una visita. El texto fue diseñado originalmente para evaluar el talento de vecinos y amigos, pero también puede usted utilizarlo a fin de abrir el camino hacia el perfeccionamiento de sus habilidades.

Nombre del chismoso____________________________________
Asunto que le trajo_______________________________________
Fecha_________________________________________________
Fase de la luna (1) _________________________________________

a) Preliminares. Si supo despertar nuestro interés, crear expectación en el sentido de lo que iba a decir y luego, justo en el momento oportuno, dio inicio al relato, póngale 10 puntos.

b) Competencia narrativa. Si tuvo buen nivel de organización interna y supo ligar los acontecimientos de modo que la línea de tensión fuese en aumento hasta llegar al clímax, dele otros 10 puntos.

c) Competencia histriónica. Si supo darle vida a su relato y comunicarnos, a través de gestos y de las modulaciones de su voz, la ilusión de estar viendo los hechos, merece 10 puntos más.

d) Objetividad. Si ha superado esa molesta costumbre —tan común en quienes cuentan los chismes con las patas— de dirigir nuestra recepción de los hechos con juicios morales o comentarios profundos, dele otros 10 puntos. Recuerde, sin embargo, que los juicios estéticos o de cualquier índole igualmente frívola (“Se veía fatal la pobrecita”) sí están permitidos, ya que pueden salpimentar el relato, proponiéndose como la dimensión descriptiva del inciso b).

e) Final. El buen chismoso termina su relato antes de aburrirnos. Desde luego, siempre queda algo por decir, algún detalle. Pero el mago experto sabe dejar algo en su sombrero. Hacerlo así es un acto de cortesía para con el público, que no tendrá la impresión de hallarse ante un desocupado que chismea a falta de otra actividad, ni ante un alcohólico que ya sólo busca desvelarnos para que lo acompañemos. Dele 10 puntos más al que sepa darle a su relato un final oportuno. Si se encuentra ante uno de esos talentos inagotables que sacan historia tras historia, dele la misma puntuación si se da cuenta de que ya está usted hasta el copete de chismes (también de eso llega uno a hartarse).

Si alguna de sus amistades ha pasado de los cuarenta puntos, felicítela y tenga siempre abiertas para ella las puertas de su casa. Cancele cualquier salida, programa de televisión, trabajo pendiente o quehacer doméstico, y espérela con un buen café o una botella de whisky. Pasará una tarde encantadora.

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( 1) Esto es muy importante porque los buenos chismosos suelen ser sensibles a los ciclos lunares. En el caso de las mujeres, su creatividad para el chisme aumenta con la ovulación.

10 comentarios:

Dinorah Beristáin Mexicano dijo...

EL NACO EN EL PAÍS DE LAS CASTAS
Enrique Serna

Esta lectura la considero muy amena en cuestión del lenguaje tan claro que nos presenta ya que a la ligera nos muestra un panorama muy abierto de México antes y ahora, sufriendo esa discriminación que como concepto es lo mismo pero que conforme a los años va cambiando el ambiente en el cual se desarrolla.

Como en la lectura nos presenta antes la palabra naco era utilizada para esas personas que querían imitar a la clase social alta en cuestión de ropa, zapatos y demás accesorios y ahora creo que esa discriminación abarca más allá, ahora podría considerarse, desde mi forma de pensar, como violencia ya que en la mayoría de las veces eres discriminado tanto físicamente como psicológicamente, ya que eres criticado por todo y llamado ahora como un X que para mí es lo mismo que naco.

Desde mi perspectiva, considero que naco solo tiene un significado que es discriminación de aquellos que poseen dinero y este a su vez les da poder dentro de nuestra sociedad.

México es esa minoría de ricos con mucho dinero y mayoría de pobres con poco dinero, esa mayoría que sufrimos una discriminación y humillación.

Desgraciadamente nuestro país ha sido siempre discriminado internacionalmente y por nosotros mismos, ya que no existe esa unidad e igualdad sino todo lo contrario, desarrollándose distinción por los ricos que poseen un poder por ejemplo en cuestión de política, pero que sin duda viven gracias a las despensas de esos muchos pobres y que ahora nos llaman prole.

Considero que como seres humanos y por el ambiente de la sociedad actual en la que nos desarrollamos estamos propensos a padecer a ser discriminado o tomar el rol de discriminador. Consideraría aquí la importancia que tiene la educación de los valores pues cada vez estamos viviendo el empobrecimiento del valor que tenemos como seres humanos dándole mayor importe a lo material, tanto lo económico como el poder.

GORDAS, FEAS Y CHISMOSAS
El pintor de la vida privada
Agustín Cadena

Esta lectura muy corta se me hizo muy divertida y apacible. Llama la atención su título que como todo texto, esas pocas palabras describen todo lo que desea expresar a lo largo de la lectura “el pintor de la vida privada”, quien es la persona que el texto describe como esa persona chismosa, quien se encarga de pintar, metáfora que la relaciona con describir todos los aspectos de una o varias personas que aparecen en un suceso, hace tal cual la reconstrucción de un aconteciendo o en algunos casos le aumenta a esa construcción de la realidad o que tal vez imagina, y aparte de eso, el trabajo de ser chismoso requiere usar esos tonos de voz y gestos e intrigar al oyente para dar más sabor al chisme.

Me agradó ese sentido pintoresco que le da el autor al ensayo.

Dinorah Beristáin Mexicano
Facultad de Psicología

Edgar Levit Ruiz Sánchez dijo...


Se hizo la lectura del ensayo de Enrique Serna, “El naco en el país de las castas” del libro Las caricaturas me hacen llorar. En él se habla sobre lo que significaba naco pero mas bien lo que era ser un naco y la implicaciones que esto conlleva, además de ser rechazados por la sociedad pudiente o acomodada, también se refleja la discriminación por clase social y cultural así como por la educación que pareciera que los nacos no tienen, aunque yo pienso que eso no es del todo cierto pues yo vivo en una colonia apartada y considerada de las populares y muchos de aquí no somos así; es decir, tenemos esa apariencia de nacos y tal vez hablamos así pero somos estudiantes que queremos prepararnos y salir adelante, aunque esto se escuche como discriminación pero no lo hago.

Otra cosa es que según el autor dentro de la naquez hay niveles, pues ¿qué pasaría si un naco se saca la lotería y cambia de forma de vestir y de lugar de domicilio a una zona residencial?

Edgar Levit Ruiz Sánchez
Facultad e Ingeniería Mecánica

María Soledad Zamora Mejía dijo...

Las caricaturas me hacen llorar
“El naco en el país de las castas”
Enrique Serna

El ensayo aborda como tema fundamental la discriminación y el rechazo de la identidad de las personas.

Se manejan temas de castas y se enfoca principalmente en la existencia del naco y la gente bien, sorprende el hecho de las personas se avergüencen de su estilo, forma de ser, etc y con el objetivo de encajar en la sociedad dominada solamente por el absurdo concepto de dinero, se disponen a imitar a personas que aunque son consideradas como personas de bien, no son mas que unos esclavos de el mismo dinero.

Es inaceptable el hecho de que se realice una especie de escalera con respecto a la discriminación, la clase “alta” rige la vida o concepto de – personas bien- de la clase “media” y a su vez la clase media ve desde arriba a la clase “baja”. Esto no debería de ser así ya que, de una u otra forma, todos somos seres humanos, nos enfermamos por igual y moriremos en forma uniforme, sin importar la condición.

Se aborda el tema de naco, siendo este una persona que no tiene una identidad bien definida, se trata de alguien que en cierta forma conserva parte de sus raíces pero a su vez imita en determinados aspectos a otras culturas, así mismo aborda el concepto de lepero y pelado, siendo que estos son términos muy ocupado aquí en México.

Este tema de la discriminación no es cosa de hoy sino que, por el contrario, desde épocas anteriores se ha manejado el complejo de superioridad por parte de algunos siendo esto posible debido a que otros se dejan someter mostrando un carácter sumiso, acostumbrándose de una manera a la humillación, al despojo y a la discriminación misma.

Este problema podría erradicarse o de cierta manera controlarse, sin embrago implicaría gran cantidad de tiempo y esfuerzo, y mas que nada consistiría en concientizar a las personas en que todos valemos por igual, no importa sexo, edad, raza, religión, forma de vestir, hablar o actitud, lo que en verdad importa es el interior, desde un punto de vista metafísico lo que importa es el espíritu, el alma.

María Soledad Zamora Mejía
Facultad de Medicina

María Inés Mariano Martínez dijo...

Las caricaturas me hacen llorar, de Enrique Serna
“El naco en el país de las castas”

En este ensayo nos habla del naco, en mi punto de vista el naco es visto por la clase alta como algo que no debería existir, la clase alta tilda de nacos a los de la clase media y ellos a la chinaca popular, entonces ¿todos somos nacos? Cada quien tiene su punto de vista y critica sin verse al espejo. El naco adopta modos de vestir, el vocabulario hasta la forma de actuar de la clase alta, un ejemplo claro son las novelas, las películas ya que influyen en la sociedad. Yo pienso que es una cadena de críticas pero en realidad el naco sostiene a la sociedad.

María Inés Mariano Martínez
Facultad de Administración

Luz Vania Soto Alemán dijo...

“EL NACO EN EL PAÍS DE LAS CASTAS”

El uso de la palabra naco en nuestra sociedad, en los tiempos de ahora y en los de antes, ha sido utilizado para referirse a una persona o a un grupo de personas que, de acuerdo con lo que dice Enrique Serna en este ensayo, son personas que “imitan” algún tipo de comportamiento, apariencia entre otras. Pero también nos menciona que es una palabra que se ha de alguna manera deformado y usado en forma incorrecta, ya que en un inicio ser “naco” se refería a un indio de calzones blancos, y ahora se usa para expresar otra idea menos la original.

Entonces algunos de los puntos que me gustaría mencionar sobre el tema son que se habla de clases, y es ahí en donde se distingue quién es naco y quién no pues hablamos de tres clases: la clase alta de “gente bien”, la clase media y baja que es donde supuestamente aparecen los nacos y una más que son las etnias mexicanas, pero éstas últimas no son consideradas con integrantes nacos ya que ellos no han olvidado su identidad, ni tratado de imitar comportamientos.

Por lo que entiendo y lo que se pretende es que las clases sociales no se junten, no que desaparezcan los nacos, si no que no se metan en “territorios” de clases altas, ya que no es imposible que los nacos desaparezcan, pero si una idea que se ve muy remota aun, y la única manera que considero para que esto cambie se resume a la educación.

Luz Vania Soto Alemán
Facultad de Psicología

José Casas Chávez dijo...



EL NACO EN EL PAÍS DE LAS CASTAS
DE ENRIQUE SERNA

Creo que el país estaría mejor si de verdad existiera la igualdad de castas, de culturas, pues nuestro país es un lugar multiétnico que pareciera un mosaico de colores pero en este caso de diferentes etnias, si existiera esa igualdad no habría gente queriendo cambiar su tradición, al haber esta igualdad todos podrían tener lo que quieran sin ser criticados por los de una clase mejor acomodada, como lo menciona la lectura antes del naco todo estaba de maravilla pues no había tanto robo, no existía el desempleo, y la seguridad era buena, pero con el crecimiento de la globalización el mundo quiere tener tantas cosas que no necesita, creo que todo este proceso entorpece a nuestras mentes y nos hace ser personas que queremos siempre someter a alguien y todo el tiempo estamos moteando a los demás.

Lo que logra despertar en mí este ensayo es que debemos de ser unas personas pensantes pero siempre para servir no para servirnos a nosotros mismos. La educación es el camino para cambiar las mentes pero debemos ser libres en todo sentido y no ser manejados por el gobierno y su publicidad, creo que empezamos a ser nosotros mismos podemos llevar al país muy alto, en vez de estar adoptando modas que no tienen nada que ver con nuestros orígenes como Mexicanos.

Creo que la idea de educar a la gente es buena pero habría que cambiar el sistema de enseñanza como dice un maestro hace muchos años que siempre la forma de aprobar un curso es con un examen, y esto para que si no estamos entrenados para estudiar sino mas bien para memorizar un día antes dentro de dos semanas ya no me acordare de nada, la enseñanza es buena pero creo que hay otros métodos para hacer ver a la gente lo que es lo correcto y lo que necesita nuestro país, creo que debemos empezar a valorar nuestra cultura en vez de estar imitando a países extranjeros.

Cuando me preguntan si me siento orgulloso de México, pues si pero del México antiguo en el que la gente estaba interesada por las personas, y no en el beneficio de algunos como lo es ahora. La verdad es que yo como arqueólogo que estudio las culturas pasadas creo que México se merece una oportunidad de empezar una vez mas a mirar hacia el futuro pero como en tiempos de independencia para hacer crecer el país.

José Casas Chávez
Facultad de Arqueología

Oscar Eduardo Sambrano Ixtla dijo...

Gordas, feas y chismosas, de Agustín Cadena
"El pintor de la vida privada"

El texto nos habla sobre el chisme: lo bueno, lo malo, sus características y demás cualidades. Según el autor, es un gran ejercicio de imaginación y de discurso tanto para el que lo cuenta como para el que lo escucha. A mi me interesó todas las características que tiene una persona chismosa pues es una persona que no está muy lejano a ser un buen narrador. Yo pienso que un buen chismoso cuenta características del relato que hace que el oyente tenga la capacidad de poder imaginar ese escena. Esta lectura me hizo conocer las cualidades que debe tener una persona para poder ser un buen chismoso.

Para poder contar un buen chisme es necesario definir bien personajes, características, lugares. El chismoso debe de tener coherencia en lo que habla y debe de llevar el control de su historia. Para ser un chismoso de excelencia se necesitan caracterizaciones: hacer los gestos, cambiar voces, y todo lo necesario para que la persona a la que le cuenten el chisme despierte su imaginación y reviva el momento que le están contando.

El texto nos invita a evaluar a las personas que conocemos que son chismosas para conocer que tan bien chismosos o chismosas son. Los criterios para evaluar a un chismoso son: los detalles, la competencia narrativa, la competencia histriónica, la objetividad y el final. Si usted conoce a un chismoso con estas características, ya sabe con quien platicar cuando este aburrido.

Por último se da a entender que el chismoso es el cronista de las élites, y que sin ellos la vida de las personas seria un poco más aburrida. Por eso debemos de disfrutar de los chismosos para despertar nuestra imaginación y para que el chismoso nos enseñe sus dotes de cronista

Oscar Eduardo Sambrano Ixtla
Licenciatura en Sistemas Computacionales Administrativos


Ma. Magdalena Contreras Sánchez dijo...


Gordas, feas y chismosas
"El pintor de la vida privada"
Agustín Cadena

Qué buena observación y crítica hace este autor a algo que vemos comúnmente en nuestras vidas; los chismosos (as). La verdad lo encontré muy cómico pero realista, vaya, es parte del ser humano, tal vez no todos pero sí la mayoría, que de vez en cuando nos volvemos “comunicativos” y nos encargamos de llevar y traer “información” de un lado a otro, y como bien dice el autor, nos encargamos hasta de actuar o exagerar aquella noticia que nos “come” por informar.

Como realiza una especie de test para valorar a que tipo de chismosos pertenecemos o pertenecen aquellos que les encanta inspirarse en las vidas ajenas donde, sin saberlo, aquella persona chismosa tal vez haga daño moral a la reputación de quien o de quienes habla; pero, también existe la otra cara de la moneda porque hay quienes sin importar que tipo de comentario se realice a su persona pasan la vida de lo más tranquilo posible, argumentando o justificándose “que ni le va ni le viene el chisme de ese bocón”.

Definitivamente, me encantó este argumento.

Ma. Magdalena Contreras Sánchez
Facultad de Pedagogía del SEA

Yesenia Rocha Delgado dijo...


LAS CARICATURAS ME HACEN LLORAR
"EL NACO EN EL PAÍS DE LAS CASTAS"
ENRIQUE SERNA

El artículo expresa desde sus primeras líneas una crítica hacia la discriminación racial que existe en México desde épocas anteriores. Desde las palabras despectivas como lépero y pelado palabras que fueron ancestros de la palabra “naco”, hasta separación de clases que estos provocan. Así como la desigualdad social que afecta el desarrollo de nuestro país.

Como dice el autor en su texto, la palabra “NACO” es uno de los términos mas utilizados en la sociedad desde los años 70 para discriminar a las clases baja y media. Desde la antigüedad la palabra naco tuvo sus ancestros, tales como lépero y pelado; y según como lo describe Francisco J. Santamaría, lépero es una persona con moral baja, mientras que un pelado es una persona de condición social humilde, ambos diferentes, sin embargo utilizados con la misma finalidad, la de denigrar, discriminar a las personas que no son de la llamada clase alta.

Sin embargo uno de los factores que provoco este tipo de discriminación fue el temor de las clases privilegiadas ante situaciones precarias, ya que se sentían amenazados por las personas de niveles mas bajos; ya que los llamados “nacos” comenzaron a adoptar su tipo de vestimenta y las actividades de las personas consideradas bien, todo esto le ocasionó indignación y temor a la clase alta pues sentían que podían perder su predominio social y que afectarían su status ante los demás. Es por este motivo que empiezan a sentir la necesidad de pisotear a los que ellos consideran que estén abajo, sólo por que no saben como defenderse. Porque lo consideraban lo peor, lo mas bajo, lo que opacaba a la sociedad, es por esta razón que comienza a darse la clausura de las calles y el acordonamiento de las zonas residenciales, manifestando un disgusto por la presencia del “naco”.

Desde mi perspectiva esta división de clases más que hacernos crecer como país hace que nos hundamos cada vez más por que mientras los de clase social pudiente discriminan a los de clase media, estos a su vez discriminan a los de clase baja, y estos a su vez a otros; convirtiendo todo esto en una cadena sin fin que más que hacernos ver como algo mejor sólo deja ver que no podemos convivir realmente como sociedad. Lo mejor sería que dejáramos esas clasificaciones, ya que si lo tomamos desde otra perspectiva el naco es alguien que imita las costumbres de otra persona o país, claro sin perder las de su origen, tiene movilidad territorial, son personas que quieren subir y pertenecer a los niveles más altos. Pues podríamos considerar que todos somos nacos pues algunas vez hemos tenido una de estas actitudes.

Hay que dejar de arrinconar en los lugares mas lejanos a las personas de escasos recursos, dejar de pensar que no son nada, al contrario hay que tomarlas en cuenta dejar que ellos también prosperen por el bien de nuestra sociedad.

Este artículo me hizo pensar mucho en que todo esto ocurre desde la antigüedad hasta los tiempos actuales. Debemos empezar por cambiar primero nuestra mentalidad, dejar de pensar que vamos a ser mejores si pisoteamos a los demás; y más que nada apoyarnos económica y socialmente.

Yesenia Rocha Delgado
Facultad de Administración

José Gonzalo Torres J. dijo...


EL NACO EN EL PAIS DE LAS CASTAS
Enrique Serna

A partir de los años 70s el adjetivo NACO es uno de los calificativos mas hirientes empleado para el racismo, los clasistas y los esteticistas, además de ser la línea divisora entre los “nacos y la gente bien”. Considero que el autor describe de una manera simple y clara en que el racismo mexicano se propaga hacia abajo como un efecto CASCADA. Quiero reafirmar lo que el autor escribió a pesar de la vida que llevamos con mucha tecnología, de la globalización y sobre todo de la equidad que tanto se habla; solo somos una imitación.

Sin embargo, seguimos como cuando nos vinieron a colonizar, ahora de una manera mas elegante. El autor resume lo que vivimos actualmente (de dientes para fuera sus patrones los quieren mucho, pero cada vez que intentan levantar la cabeza le dan un madrazo para que se vuelva agachar).

José Gonzalo Torres J.
Facultad de Odontología.