18.2.13

"El ramo azul", Octavio Paz

Este periodo semestral inició el 4 de febrero, pero hoy fue el primer día de clases de este semestre (febrero-julio, 2013) porque los dos lunes anteriores fueron de asueto.

Nuestra primera lectura, después de conocernos un poco, fue el hermoso cuento "El ramo azul" de nuestro Premio Nobel mexicano, Octavio Paz. Leeremos los comentarios de los estudiantes.

"El ramo azul"
Octavio Paz

Desperté, cubierto de sudor. Del piso de ladrillos rojos, recién regados, subía un vapor caliente. Una mariposa de alas grisáceas revoloteaba encandilada alrededor del foco amarillento. Salté de la hamaca y descalzo atravesé el cuarto, cuidando no pisar algún alacrán salido de su escondrijo a tomar el fresco. Me acerqué al ventanillo y aspiré el aire del campo. Se oía la respiración de la noche, enorme, femenina. Regresé al centro de la habitación, vacié el agua de la jarra en la palangana de peltre y humedecí la toalla. Me froté el torso y las piernas con el trapo empapado, me sequé un poco y, tras de cerciorarme que ningún bicho estaba escondido entre los pliegues de mi ropa, me vestí y calcé. Bajé saltando la escalera pintada de verde. En la puerta del mesón tropecé con el dueño, sujeto tuerto y reticente. Sentado en una sillita de tule, fumaba con el ojo entrecerrado. Con voz ronca me preguntó:
 
-¿Dónde va señor?
-A dar una vuelta. Hace mucho calor.
-Hum, todo está ya cerrado. Y no hay alumbrado aquí. Más le valiera quedarse.
 
Alcé los hombros, musité “ahora vuelvo” y me metí en lo oscuro. Al principio no veía nada. Caminé a tientas por la calle empedrada. Encendí un cigarrillo. De pronto salió la luna de una nube negra, iluminando un muro blanco, desmoronado a trechos. Me detuve, ciego ante tanta blancura. Sopló un poco de viento. Respiré el aire de los tamarindos. Vibraba la noche, llena de hojas e insectos. Los grillos vivaqueaban entre las hierbas altas. Alcé la cara: arriba también habían establecido campamento las estrellas. Pensé que el universo era un vasto sistema de señales, una conversación entre seres inmensos. Mis actos, el serrucho del grillo, el parpadeo de la estrella, no eran sino pausas y sílabas, frases dispersas de aquel diálogo. ¿Cuál sería esa palabra de la cual yo era una sílaba? ¿Quién dice esa palabra y a quién se la dice? Tiré el cigarrillo sobre la banqueta. Al caer, describió una curva luminosa, arrojando breves chispas, como un cometa minúsculo.
 
Caminé largo rato, despacio. Me sentía libre, seguro entre los labios que en ese momento me pronunciaban con tanta felicidad. La noche era un jardín de ojos. Al cruzar la calle, sentí que alguien se desprendía de una puerta. Me volví, pero no acerté a distinguir nada. Apreté el paso. Unos instantes percibí unos huaraches sobre las piedras calientes. No quise volverme, aunque sentía que la sombra se acercaba cada vez más. Intenté correr. No pude. Me detuve en seco, bruscamente. Antes de que pudiese defenderme, sentí la punta de un cuchillo en mi espalda y una voz dulce:
 
-No se mueva , señor, o se lo entierro.
Sin volver la cara pregunte:
-¿Qué quieres?
-Sus ojos señor –contestó la voz suave, casi apenada.
-¿Mis ojos? ¿Para qué te servirán mis ojos? Mira, aquí tengo un poco de dinero. No es mucho, pero es algo. Te daré todo lo que tengo, si me dejas. No vayas a matarme.
-No tenga miedo señor. No lo mataré. Nada más voy a sacarle los ojos.
-Pero, ¿para qué quieres mis ojos?
-Es un capricho de mi novia. Quiere un ramito de ojos azules y por aquí hay pocos que los tengan.
Mis ojos no te sirven. No son azules, sino amarillos.
-Ay, señor no quiera engañarme. Bien sé que los tiene azules.
-No se le sacan a un cristiano los ojos así. Te daré otra cosa.
-No se haga el remilgoso, me dijo con dureza. Dé la vuelta.
Me volví. Era pequeño y frágil. El sombrero de palma le cubría medio rostro. Sostenía con el brazo derecho un machete de campo, que brillaba con la luz de la luna.
-Alúmbrese la cara.
Encendí y me acerqué la llama al rostro. El resplandor me hizo entrecerrar los ojos. El apartó mis párpados con mano firme. No podía ver bien. Se alzó sobre las puntas de los pies y me contempló intensamente.
La llama me quemaba los dedos. La arrojé. Permaneció un instante silencioso.
-¿Ya te convenciste? No los tengo azules.
-¡Ah, qué mañoso es usted! –respondió- A ver, encienda otra vez.
Froté otro fósforo y lo acerqué a mis ojos. Tirándome de la manga, me ordenó.
-Arrodíllese.
Mi hinqué. Con una mano me cogió por los cabellos, echándome la cabeza hacia atrás. Se inclinó sobre mí, curioso y tenso, mientras el machete descendía lentamente hasta rozar mis párpados. Cerré los ojos.
-Ábralos bien –ordenó.
Abrí los ojos. La llamita me quemaba las pestañas. Me soltó de improviso.
-Pues no son azules, señor. Dispense.
Y despareció.
 
Me acodé junto al muro, con la cabeza entre las manos. Luego me incorporé. A tropezones, cayendo y levantándome, corrí durante una hora por el pueblo desierto. Cuando llegué a la plaza, vi al dueño del mesón, sentado aún frente a la puerta.
Entré sin decir palabra.
Al día siguiente huí de aquel pueblo.
 

12 comentarios:

Alejandra Libertad Rivera Rojas dijo...


Este cuento o pequeño relato de lo ocurrido mientras un hombre se encontraba en un pueblo probablemente ajeno a su lugar de residencia es una pequeña-gran enunciación de las cosas que pueden suceder en un corto periodo de tiempo.

Al inicio podemos notar a un hombre que nos describe su sentir al momento de despertar, su relato es como una enunciación de lo que está a punto de pasar, una noche diferente a las demás.

Más adelante, podemos vernos inmersos en la imaginación de un hombre que tiene reflexiones filosóficas y poéticas con respecto de su vida, el universo y su libertad. En este momento parece que nos desviamos por completo del hilo de la historia (el hecho de que el hombre esté dando un paseo por un pueblo a altas horas de la noche) y entonces es cuando aparecen las reflexiones filosóficas que son expresadas con palabras meramente poéticas.

En un momento, de repente el hombre es sacado de sus pensamientos al verse atacado por un habitante seguramente local, hombre de campo que pretende sacarle los ojos por un capricho de su novia, que quería “un ramito de ojos azules.”

En este punto creo que está la parte más importante de la historia, al menos para mí, me parece que Octavio Paz intentaba reflejar en este habitante el poco manejo de lenguaje que tenían estas personas por su falta de aprendizaje. También me parece muy importante el hecho de que el hombre saliera huyendo del pueblo, pues al parecer es un hombre foráneo, ya que sus rasgos diferentes y el hecho de que se encontrara viviendo un mesón hacen evidente que era un foráneo pasando un periodo de tiempo en un pueblo.

La parte más importante para mí fue la anterior, el intento del robo de ojos porque nos muestran dos tipos de comportamiento: uno muy astuto del narrador y otro muy inocente (con respecto a sus ideas) del hombre de campo. La otra parte importante es, para mí, la reflexión poética que hace mientras camina, no sólo por la reflexión en sí, sino por el momento en el que lo hace, es el punto medio entre una noche tranquila a un momento angustioso. Es en este momento cuando su pensamiento se deshace por completo, pasa de tener una libertad total sentida por el ambiente que lo rodea y por su pensamiento tal poético y profundo a estar, de repente, atrapado y sin muchas opciones de lo que podría hacer para evitar el que le saque los ojos.

Fue una lectura agradable, a pesar de ser corta, creo que es relato es suficiente para pensar y reflexionar sobre muchas cosas. Desde lo que pasa exterior hasta lo que pasa en el interior de la mente del protagonista.

Alejandra Libertad Rivera Rojas
Facultad de Letras Españolas

Miriam Magali Landa Landa dijo...


"El ramo azul", de Octavio Paz

Este cuento me pareció muy interesante debido a la trama que en él se maneja, ya que en lo personal para mí maneja algo de suspenso en el desarrollo de la historia. Creo que algo que fundamental dentro de la historia fue que el autor describió detalladamente como era el lugar en donde se desarrollo ya que esto nos permitió ubicarnos mas a fondo en el contexto e ir descubriendo aspectos relevantes para comprender las causales del problema que en determinado momento ocurrió en el cuento.

Desde mi punto de vista, el manejo de metáforas y de una redacción en la que se empleo un lenguaje un tanto poético fue de gran ayuda y un acierto por parte del autor ya que esto permitió cautivar mas al lector y con ello se logro acrecentar el interés por saber que sucesos ocurrirían a lo largo de la historia.

Fue una lectura que en lo personal me agrado mucho ya que tiempo atrás ya había tenido oportunidad de leer y esta segunda lectura junto con su análisis crítico hizo que me pareciera un tanto más interesante.

Miriam Magali Landa Landa
Facultad de Contaduría Y Administración

Karen Estefanía Olmedo Zenteno dijo...

Considero este relato muy bonito.Maneja metáforas (personalmente soy malísima interpretándolas) y aunque es una historia narrativa, en momentos se sumerje en una poética reflexiva a apreciar.Ya lo había leído anteriormente pero no lo entendí tanto como en la sesión que tuvimos en la clase de fomento a la lectura.

Victoria Lizeth Ramírez Sánchez dijo...


"El ramo azul", Octavio Paz

Esta fue una lectura que desde el primer momento captó mi atención, creo que Octavio Paz tenía el don de transportarnos dentro de ella de una manera descriptiva pero nada burda.

Admito que en un principio me resultó difícil captar el mensaje y fue algo confuso, pero al analizarlo noté que no es un relato simple y directo, si no que tiene cosas mucho más profundas escondidas en palabras que casi llegan a lo poético, a pesar de que empezó como una historia cualquiera.

Personalmente, me encantó la manera en que logra hablarnos de la soledad como un momento para reflexionar y entendernos a nosotros mismos y al universo, y, aunque no es el punto crítico de la historia, lo hizo de forma especial.

Cuando el personaje es interrumpido, viene lo que creo yo es la parte más difícil de descifrar del texto. Lejos de si el viajero tenía los ojos azules o no, ¿porqué alguien querría un "ramo de ojos azules"? Y es lo importante en la lectura, es algo que causa curiosidad y a lo mejor hasta repulsión imaginar. Creo que habría que imaginar, conocer, saber, quién era la novia del sujeto y en mi opinión, esta no hablaba en un sentido literal al pedirle esto a su amado. Sin embargo, no logré comprender entonces que era a lo que la chica se refería. Por lo tanto, no me adjudico la opinión de un buen amigo que pensó que tal vez existe una flor llamada "ojo azul". Y, después de una búsqueda en internet, encontramos que efectivamente, existe.

La lectura fue agradable, porque a pesar de no ser muy larga, resultó ser un reto a la comprensión y llegué a identificarme con el personaje en su paseo por la oscuridad de la noche.

Victoria Lizeth Ramírez Sánchez
Facultad de Bioanálisis

Armando Jesús Márquez Álvarez dijo...


"El ramo azul", Octavio Paz

Las ideas que rescato es lo mencionado antes, como tal vez se halla manejado con astucia el hombre, ante una situación con el hombre del pueblo, o esa situación misteriosa con algunas vifurcaciones en el misterio de sus ojos.

El tema que despertó mi interés fue el nivel de juzgar a todo un pueblo y querer huir de allí, solo por una persona, que me hace pensar en la desconfianza y en que una sola persona puede hacer cambiar la perpectiva de un individuo, solo por las acciones y juzgar con eso a las demás personas del pueblo.

La lectura me provoco muchas ideas respecto a los pueblos y su ambiente por las noches, en lo facil que un termino como ramo de ojos azules, puede ser interpretado de muchas formas.
pienso que es muy interesante lo que cada palabra puede cobrar diversos significados en cada persona.

La lectura me hizo sentir incertidumbre por el individuo y su misión de buscar el ramo de ojos azules, y cual habría sido el desenlace de su misión.

Armando Jesús Márquez Álvarez
Facultad de Administración

Marco Antonio García Laguna dijo...


“El ramo azul”, Octavio Paz.

Esta lectura es muy corta y me pareció muy poco entendible, la descripción de los hechos está muy bien dada, la narración es excelente, el ambiente se describe de forma que el lector se lo vaya imaginando, de principio a fin acaparo mi atención y el tema que más me llamo la atención es que el campesino le quiso sacar los ojos al visitante solo por un capricho de su novia.

No me quedo claro si es verdad que la novia del campesino le pidió un ramo de ojos azules o este entendió mal, yo creo que creyó mal y la novia se refería a otra cosa.

La idea que recato del texto es la estrategia que el visitante utiliza para poder salvar su vida y evitar que le saquen los ojos.

La lectura provoco en mí angustia al saber qué pasaría con el protagonista, confusión, porque hubo frases que no entendí, emoción, porque no le sacaron los ojos y pudo huir del pueblo.

Marco Antonio García Laguna
Facultad de Pedagogía.

Veronica Platas Salazar dijo...


"El ramo azul", Octavio Paz

El cuento me pareció muy interesante ya que la manera en que el autor expresa la historia hace que nos podamos transportar al momento en que ocurrió dicho suceso porque en lo personal al leer la historia hizo que me pusiera en el lugar del personaje y mientras mas leían mis compañeros de grupo hacia que mas me adentrara en el personaje y lo mas interesante fue cuando el personaje se sintió perseguido por el hombre que quería sus ojos creo que esa era la parte esencial del cuento por la trama que le puso el autor al cuento.

También me resultó muy interesante el lenguaje poético que utilizo el autor porque así se hizo mas amena la lectura y por lo consiguiente mas entendible.

La lectura me resultó comprensible porque pude identificarme con el personaje.

Veronica Platas Salazar
Facultad de Contaduría y Administración

Diana Sabina Cuevas Hernández dijo...


"El ramo azul", Octavio Paz

Para mi este es un hecho ocurrido al famoso escritor Octavio Paz, quien en sus grandes aventuras y recorridos por la república relata un acontecimiento tal vez verdadero o sacado de su pensamiento o imaginación.

A mi me parece que es más bien una aventura que le pudo haber pasado o también un cuento que salió de su imaginación ya que como escritor tuvo la oportunidad de escribir obras interesantes y esta que relata es una de ellas. Esta se puede tomar como un cuento de la cual esta se encuentra escrita por miticismo, fantasia y un poco de temor.

Yo creo que el personaje principal en "El ramo azul", tiene una tendencia a estar solo y admirar las cosas que están a su alrededor. Pienso que el autor sabe acumular elementos extraños ya que al leer me mantuvo en suspenso. Es posible que Octavio Paz quiera mostrar con este relato fantástico, lleno de diferentes símbolos y surrealismo que las cosas más inconcebibles pueden ocurrir en América Latina.

El cuento me gustó muchisimo, es preciso, pero de él una frase me tiene aún muy pensativa "Quiere un ramito de ojos azules y por aquí hay pocos que los tengan". En un principio me da la idea de que en ese pueblito hay pocas personas con ojos azules, pero me parece que esa frase no se refiere a esa idea, sino a que hay pocos ojos donde se pueda reflejar un ramo de transparencia.

Diana Sabina Cuevas Hernández
Facultad de Contaduría y Administración

José Antonio Fuentes Tomás dijo...


"El ramo azul", Octavio Paz

La lectura hace recordar mi infancia, un pequeño pueblo con insectos escondidos entre las casas, calles empedradas y además esas personas que preguntan: ¿dónde va? Recuerdo el entorno en el que crecí. Esa fue la mejor emoción que tuve, recordad mi infancia, ver aquel pueblito llamado Ciltaltépec descrito en una lectura, claro, con mayor estética y esa pizca de poesía, vaya que si es excitante.

Últimamente ha sido un “cliché” el estereotipo de pueblo. Aburrido, sucio y lleno de personas que se interesan por saber qué haces. En la lectura menciona a un individuo no nativo de ahí, por lo que yo puedo suponer, basándome en mis vivencias, que atraería la atención de los habitantes de aquel pueblito mágico que describe el cuento.

Crecí en un ambiente similar y me remontó a las carreras que hacía con mis vecinos en bicicleta, la señora que vendía “pepitos” , el señor al que acudíamos mis vecinos y yo cada vez que las llantas de nuestras bicicletas se averiaban a causa de colocar latas de refresco para que sonaran con la fricción.

Es bastante raro, quizá sea correcto mencionar que es incorrecto al utilizar palabras baúl, pero me es difícil describirlo. Mi estancia en ese ambiente de pueblito tranquilo, con gente hospitalaria no fue de lo más agradable en el momento. Hubo más ratos buenos que malos, personalmente. Me hacen cuestionar sobre lo hermoso que parece andar caminando de noche por ahí, fumando un cigarrillo.

Exceptuando, por supuesto, que nadie jamás ha buscado sacarme los ojos para satisfacer caprichos de su pareja.

¿Qué hay de la posibilidad de que el narrador, protagonista del cuento, se haya sentido incómodo, que haya sentido miedo?

Personalmente si yo estuviese en su lugar tuviera esas emociones. Volveré a mencionar que me he basado en mis experiencias como niño. Es impactante para mi, puesto que un niño es pureza y belleza, sin embargo en su momento no pude darme cuenta de la maravilla que poseía, el hecho de ser niño.

José Antonio Fuentes Tomás
Facultad de Matemáticas

Silvia Esmeralda Contreras Martínez dijo...


"El ramo azul", Octavio Paz

"El ramo azul" es un fragmento de la novela Arenas movedizas del escritor mexicano Octavio Paz que nació en 1914. Octavio Paz fue un poeta, escritor, ensayista y diplomático mexicano, Premio Nobel de Literatura de 1990. Se le considera uno de los más grandes escritores del siglo XX y uno de los grandes poetas hispanos de todos los tiempos.

El cuento nos habla acerca de un hombre, que de acuerdo a lo descrito no es originario del lugar donde toma lugar la historia. Este hombre se encuentra en un pueblo o campo, de clima tropical, donde se vive rústicamente. Debido al calor, el hombre sale a dar una vuelta por las calles empedradas, iluminadas por la luna y adornadas por las hierbas altas. Lo que parecía un paseo de reflexión en un ambiente de tranquilidad, se volvió una noche indescriptible. Un sujeto acecha al hombre y le exige sus ojos azules, sin embargo, el hombre logró engañar al sujeto mostrando a través de mañas que no eran azules sino amarillos, lo que provocó que el hombre lo dejara y se marchara.

Para mí, la situación que vivió el hombre de la historia es sorprendente e inusual. Cuando alguien intenta robar, pide cosas materiales de valor, como dinero, joyas, etc., más nunca imaginarias que puede pedir tus ojos. Este suceso despertó mi interés y me mantuvo en suspenso.

En mi opinión, el cuento es muy interesante por 3 motivos: 1) el personaje pasa de estar de sueño a una pesadilla, debido a los acontecimientos que vive, 2) la petición inusual de un sujeto al hombre, 3) el final.

Esta primera lectura fue de mi agrado, describe detalladamente el ambiente de la historia, lo que hace que puedas imaginarte dicho lugar. Primeramente debido a las características del ambiente, pude percibir una sensación de tranquilidad, sin embargo, a las situaciones presentadas, como lo es la petición del sujeto al hombre, lo que es inconcebible, provocó en mí una sensación de sorpresa y asombro.

Silvia Esmeralda Contreras Martínez
Facultad de Contaduría y Administración

Mildret Meredit Ramírez Alarcón dijo...


"El ramo azul", Octavio Paz

La primera idea que puedo captar de este texto poético sin duda es, el amor, ya que la poesía es romántica por excelencia, sin embargo considero que también denota otro tipo de sentimientos un tanto oscuros, tal vez sea algo que solamente yo percibo, ya que siempre trato de entender el trasfondo de las palabras.

El tema que me pareció más interesante de este texto,
es la ingenuidad e ignorancia del hombre que quiso sacarle los ojos a un desconocido, que al mismo tiempo me resulta bastante inconsciente la forma en que buscaba complacer a su novia.

Definitivamente, me encantó la forma en que el autor maneja la crudeza en la que muchas veces nos hace caer el amor y al mismo tiempo el otro extremo del sentimiento que nos domina para que hagamos cosas que en nuestro
"estado normal" no haríamos.

El sentimiento que despertó en mi es, como antes mencioné, de melancolía, indudablemente, me hizo recordar eso que siento de pronto un día de soledad, cuando me pongo a pensar en mi razón de ser, (sólo al principio de la lectura, cuando Octavio Paz, quiero pensar que trataba de transmitirnos esa melancolía) aunque luego cuando la lectura dio una vuelta exagerada, para cambiar su sentido, lo único que sentí, fueron ganas de reírme, ya que es cómico saber que las personas a veces hacemos tonterías por amor.

Mildret Meredit Ramírez Alarcón
Facultad de Administración

Karina Flores Castillo dijo...

“El ramito azul”
Octavio Paz
Este cuento me transporta a un lugar cálido, imagino ciertamente algún pueblito de Yucatán o de Tabasco, y me contagia de nerviosismo, el mismo nerviosismo que sintió aquel hombre al sentir el cuchillo, alguna vez he caminado en calles oscuras y no me atrevería a hacerlo nuevamente más que por alguna necesidad, el capricho de salir por el calor que tenía adentro le llevó a este hombre de ojos azules llevarse el susto de su vida.
Pienso en que si de verdad el campesino le sacaría los ojos, en verdad pensaba que después de sacarlos seguirían azules, no sé qué pasaba por su cabeza, ni sé si de verdad creyó que en realidad su novia quería un ramito de ojos azules, o ella solo se refería a una metáfora.
Lo que en verdad sé es que el turista logró engañar a aquel campesino con la llama del cerillo, porque el fuego confundió el color de los ojos y ya no se los quiso sacar.
El hombre en verdad amaba mucho a su novia porque para andar sacando los ojos azules a los turistas sí que estaba muy perdidamente enamorado.

Karina Flores Castillo
Facultad de Contaduría y Administración